jueves, 7 de agosto de 2008


Quiero contarles una buena historia

la de una chica que vivió la euforia

de ser parte del rock

tomando té de peperina.

típicamentemente pueblerina

no tenía huevos para la oficina

subterráneo lugar de rutinaria ideología.

romántica entonaba sus poemas más brillantes

susurrando al oído de mi representante:te amo, te odio, dame más.

Mirando al campo se olvidó del hombre

mirando al rico se vistió de pobre

para poder saber lo que chusmeaban las vecinas.

en su cabeza lleva una bandera

ella no quiere ser como cualquiera

ella adora mostrar la paja de la cara ajena

y dentro de su cuento ella era cenicienta,su príncipe era un hippie de los años sesenta

te amo, te odio, dame más.

trabaja en los recitales,vive escribiendo postales

duerme con los visitantes

y juega con los locales

su cuerpo tiene pegada grasa de las capitales.

te amo, te odio, dame más

te amo, te odio, dame más.

te amo, te odio, dame más.

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